Ante el fenómeno biosocial que es la pandemia de COVID-19, que ha transformado al mundo y para el que nadie estaba preparado, es necesaria la creación de nuevas inteligencias donde la solidaridad y la empatía sean el impulso de las acciones que realizan los países para atenderla, contenerla y erradicarla.
Así lo expresó el Doctor Jorge Olvera García, Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) durante su participación en Webinar Binacional Brasil-México “Derechos fundamentales, pandemia y vacunación”, reconociendo también las grandes aportaciones de la academia en el contexto de la emergencia sanitaria.
Olvera García hizo un llamado para que los países desarrollados de América Latina, a través de acuerdos COVAX, compartan las vacunas que ya no ocupen para que la población de países menos favorecidos acceda a ellas.
De esa manera, dijo, la población de países como Brasil, México, Argentina, Chile y Ecuador, que son de los más afectados por el fenómeno en América Latina, podrá tener garantizado su derecho humano de acceso a las diferentes vacunas que producen las potencias mundiales.
Al presentar la ponencia “Derechos humanos y su exigibilidad en el contexto de la pandemia COVID-19”, planteó que la vacunación es un derecho humano que comprende no solo la biología, sino obliga al Estado a brindar información clara y útil, así como a garantizar el acceso equitativo, asequible, oportuno y universal para abatir la pandemia.
Destacó que desde la declaración de la pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en marzo de 2020, la Codhem se ha mantenido atenta velando por el respeto a los derechos humanos, por lo que ha emitido pronunciamientos específicos y tres Recomendaciones Generales para salvaguardarlos.
Luego de referirse al contenido de las Recomendaciones Generales 1/2020; 2/2020; y 3/2020 el Ombudsperson mexiquense apuntó también que al ser México uno de los países de América Latina con más defunciones y contagios, antes de Estados Unidos, se deben mantener las más rigurosas medidas de prevención, aun cuando se avance en el proceso de vacunación; y reiteró que las medidas adoptadas por cualquier Estado deben respetar los derechos humanos y las garantías constitucionales, por tanto, teniendo en cuenta que los esfuerzos para contener los contagios no deben ser pretexto para la violación de éstos.
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