La violencia feminicida no da tregua, la saña no cesa, y la respuesta para cortar de raíz ese flagelo social es la educación; en ello coincidieron el ombudsperson Jorge Olvera García y los autores del libro “Derechos humanos y prevención de la violencia de género”, editado por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) en colaboración con la Universidad de Texas en Austin y otras instituciones educativas.
En su participación, el presidente de la Codhem dijo que educar es mejor que castigar por lo cual la apuesta de la Comisión es a favor de la prevención a través del conocimiento de las causas de la violencia de género y de la feminicida, así como de las formas de enfrentarlas, todo lo cual debe ponerse a disposición de jóvenes y adolescentes.
Olvera García insistió en la necesidad de reconocer que el machismo y la misoginia son un lastre histórico que ha frenado la igualdad y el desarrollo equitativo de las mujeres: “si bien hemos avanzado, aún deben eliminarse creencias y estereotipos y empezar a sembrar esperanzas para la libertad”.
Por su parte, el coordinador del libro e investigador de la Universidad de Texas en Austin, doctor Héctor Domínguez Ruvalcaba, expuso que la alta incidencia de feminicidios en el Estado de México es uno de los puntos álgidos en cuanto a la violación de los derechos humanos se refiere.
Dijo que los esfuerzos por combatir esa ignominia no han sido pocos: “sin embargo, los retos siguen siendo altos en la medida que se mantienen números ascendentes de desapariciones y asesinatos de mujeres e índices de impunidad aún inadmisibles”.
Jorge Olvera explicó que el libro es fruto del Convenio Académico y de Investigación que la Codhem sostiene con la Universidad de Texas en Austin, en el que se reúne la experiencia y el conocimiento de personas académicas e investigadoras de diversas instituciones de educación superior como la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Autónoma de la Ciudad de México y la del Estado de México, así como del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología (CIESAS).
En su participación, la doctora en Sociología Patricia Ravelo Blancas, investigadora del CIESAS, destacó que este libro constituye un manual muy útil para el trabajo educativo que permitirá cambiar hábitos, papeles, roles y estereotipos de género que son muy dañinos; el manual –dijo- impulsa la perspectiva interdisciplinaria y llega en un momento estratégico por el aumento de feminicidios, pues en los últimos cinco años se registraron 4 mil 500.
La profesora-investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, María Eugenia Covarrubias Hernández, señaló que el texto invita a sumarse a la esperanza de que puede ser posible un mundo diferente y libre de violencia, ya que las personas educadoras tienen la posibilidad de incidir en la sensibilización y la prevención como lo propone el libro, además de “aterrizar” el modelo de justicia restaurativa.
Luis Alfonso Guadarrama Rico, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, puntualizó que el trabajo de las y los autores del libro no se contrapone a los programas de estudio, sino que hace un abordaje pedagógico, lúdico y con rigor conceptual, para que las y los estudiantes desnormalicen comportamientos y formas de violencia que afectan a niñas y mujeres, como la violencia simbólica.
Por su parte, el investigador profesor de la UAEMex, Enrique Uribe Arzate, destacó la cultura de derechos humanos que es fundamental para prevenir la discriminación y el trato asimétrico entre hombres y mujeres, por lo que se debe trabajar desde los primeros años escolares, de ahí el acierto de la Codhem para que ese texto sea llevado a escuelas, donde el bullying y la discriminación tienen mayor presencia.
En el evento a distancia para la presentación del libro, las y los autores hicieron un llamado a la LX Legislatura local y a las secretarías estatales de Educación y de las Mujeres para que se apropien de este material pedagógico, lo difundan y llegue realmente a las y los estudiantes, pero, sobre todo, a las y los maestros quienes a partir de ahora cuentan con una valiosa herramienta para prevenir la violencia de género y enseñar la justicia restaurativa.
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